lunes, 11 de junio de 2012

Tiempo


No me gusta que el tiempo que nos dediquemos sea el residual, el que  nos queda libre después de vivir,  de reir y vaciar el día. 
Ese espacio inútil, entre el sueño y el rondar en la cama.
El que solo podemos emplear para lavarnos los dientes con más cuidado,
O hacer la cama antes de acostarnos, en lugar de meternos entre las sábanas arrugadas.

No me gusta, porque a esa hora estoy cansada, más sensible y soy consciente que de 24horas que tiene el día, yo solo merezco la última media hora: la que no exige sacrificio,
ni apenas ganas.


Madrid
Junio 2012

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