sábado, 25 de febrero de 2012


"Eres peligrosa, y en ese mismo instante pense que sí, que tenía razón. Era peligrosa, no sabia lo que quería pero tenía sentimientos para todos. El orgullo alto y la necesidad de conseguir lo imposible. Toda la fuerza que ella no sabia que tenia la gastaba en ese magnetismo que hipnotizaba a quien se le acercaba demasiado. Su risa, su forma de codearse con los hombres como si ella fuera uno más, pero de puntillas sobre 10cm y llevando un bolso enorme, del cual podía sacar desde una tirita hasta una bolsa de palomitas de microondas. Su dulce mirada y su pared, esa que te alejaba de su corazon, la que solo una persona supo tirar  y que, después de haberla herido, ella había reconstruido tres veces más alta, tres veces más poderosa. Y allí en ese fuerte blindado podías encontrártela siempre, temerosa de quedarse sola y con la firme idea de que todo lo que se da te será devuelto de una forma u otra. Teorías budistas y de flujos de energía que contrastaban un poco con la idea de una chica católica como ella se describía.
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Quizá si esa noche me hubiera hecho el duro, si hubiera usado esa pose que tan poco le gustaba a ella pero que la mantenía unida a mi estela, quizá siguiese soñando conmigo, pero baje la guardia, me quité la máscara y al confesarle todos mis sentimientos, toda las veces que pense en ella solo en mi cama, ella se asustó y salió corriendo. Quizá tarde demasiado en decidir dejar la vida de crápula y dedicarme solo a sus ojos, dos años jugando al ratón y al gato agotan a cualquiera. Quizá decidí el momento incorrecto, la noche errónea o el lugar inadecuado. 
Llevaba al descansillo de mi portal a todas mis musas, a todas aquellas mujeres que había rechazado a la tercera cita. A ella también la lleve allí, ella lo sabía, sabía mi vida, mi historia, al segundo día de quedar ya había logrado mirar por debajo de ese disfraz que me costo tanto coser y supongo que se indigno al ver que la llevaba al mismo sitio que a todas y supuso que le pediría lo mismo que a todas, pero ella, no era igual que todas yo lo sabía y ella también."




Porque Blog

Un blog es algo que va cambiando, evoluciona, involuciona, madura o inmadura al tiempo que lo hago yo. Y del mismo modo que yo lo hago, crece, siempre crece. Nunca es más pequeño, siempre es más grande. Por mucho que desordene sus secciones, cambie sus colores o retitule sus entradas. 

Y cuando ya parece que olvidé porque escribía, cuando empieza a perder el sentido el hecho de haberlo creado, recuerdo que esto es lo que me indica que un día quise escribir, mucho antes de que la vida me arrastrase y las obligaciones me cubriesen de kilos y kilos de ese cemento gris que me ha vuelto, plana, transitable y socialmente una carretera más.