TENEMOS que ensayar las 1762 formas que tienen, de juntarse, nuestras manos.
Empezar desde el principio con las posturas más comunes
y terminar con esa sutil manera de agarrarse que tienen aquellos que se tocan a diario,
despreocupada y ligera, con la cotidianidad de saberse seguros.
Para mí ese sería el último paso, el examen más duro.
¡Cómo disimular mi atención sobre tu mano!
¿Cómo lograr reprimir el estremecimiento, que trepa por la espalda, al sentir tu piel cerca de la mía?
El calor de lo que está próximo, la perfección sin pixelar de la imagen que graban mis retinas.
Juguemos a entrelazar nuestros dedos, contando cada uno de los gestos, haciendo de la más mínima variación un paso a memorizar.
Busquemos nuestras posturas favoritas, palma con palma por la calle, agarrando tu pulgar al dormir, clavando en tus manos mis uñas cuando hacemos el amor.
Porque lo que es habitual, insípido e irremarcable para otros es, para mí, el mayor de los logros: la oportunidad de sentir el calor que emites cuando esas cerca de mi.
Dusseldorf
1 de Julio 2011
Cuando empecé el blog, escribía todo lo que se me pasaba por la cabeza en los largos recorridos que hacía en el metro de Madrid. Ahora ya no hay metro, así que madrugo un poco más para poder sacar de mí todo eso que se acumula entre mis muñecas y las yemas de mis dedos.
jueves, 17 de noviembre de 2011
jueves, 8 de septiembre de 2011
La chica tirita
La chica tirita le escribe palabras de amor con el dedo
sobre la palma abierta de su mano,
recogiendo cada gota de sudor
que resbala por sus líneas.
La chica tirita ni llora, ni se queja,
ni cuenta sus penas. Solo escucha
y espera el momento en que la herida sane
y sea ella la que empiece a sangrar.
La historia es secreta,
como si fuera un pecado
o algo tan bueno que temes que
al contarlo desaparezca.
Pero cuando la rutina aparece
hasta pecar se vuelve aburrido.
sobre la palma abierta de su mano,
recogiendo cada gota de sudor
que resbala por sus líneas.
La chica tirita ni llora, ni se queja,
ni cuenta sus penas. Solo escucha
y espera el momento en que la herida sane
y sea ella la que empiece a sangrar.
La historia es secreta,
como si fuera un pecado
o algo tan bueno que temes que
al contarlo desaparezca.
Pero cuando la rutina aparece
hasta pecar se vuelve aburrido.
martes, 31 de mayo de 2011
Hoy
Hoy he tirado una cajita con fresones.
Mientras los miraba recordaba,
me veía entrando en la frutería,
viendo las fresas estropearse a la entrada
de una tienda medio vacía.
He descubierto que hago más la compra
los días que estoy blandita.
Hago cosas de estar sola, los días que me siento sola.
Hago comidas saladas, cuando no sé lo que me pasa.
Hago montañas de galletas, cuando echo de menos.
Ahora tengo la nevera llena de comida,
el congelador lleno de tuppers
y ensalada de frutas rojas,
sal, vinagre, miel y fresas.
Te dicen que no hay nada peor
que sentirse solo.
Yo creo que lo peor es que eso suceda
y que ya no te importe.
2010, Oviedo
Mientras los miraba recordaba,
me veía entrando en la frutería,
viendo las fresas estropearse a la entrada
de una tienda medio vacía.
He descubierto que hago más la compra
los días que estoy blandita.
Hago cosas de estar sola, los días que me siento sola.
Hago comidas saladas, cuando no sé lo que me pasa.
Hago montañas de galletas, cuando echo de menos.
Ahora tengo la nevera llena de comida,
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5k7lLq3BVKdwqYEX8uzAwbQnQJNVfxs7W-PJCEmfCTHHoq-fiB3XM6ZTLh-zajJdIEeLk-EcGM3G5ATs-pCtokywh9DHToC1kwZr6_0Yib2Nh-NkMkiinQmcCmt9dI6w3_lkVGC-gOFLD/s1600/Strawberry_fields_forever__by_oulka.jpg)
y ensalada de frutas rojas,
sal, vinagre, miel y fresas.
Te dicen que no hay nada peor
que sentirse solo.
Yo creo que lo peor es que eso suceda
y que ya no te importe.
2010, Oviedo
lunes, 30 de mayo de 2011
Lucía
Lucía era perfecta,
una cajita de cristal
trasparente, clara,
perfecta.
Lucía tiene las manos listas
para cualquier cosa que haya que hacer,
siempre, siempre, siempre
empezando ella primero.
Siento que Lucía se rompe
y sigue yendo en cabeza.
Siento que está hueca
y no para de rellenar a los demás.
2010, Oviedo
una cajita de cristal
trasparente, clara,
perfecta.
Lucía tiene las manos listas
para cualquier cosa que haya que hacer,
siempre, siempre, siempre
empezando ella primero.
Siento que Lucía se rompe
y sigue yendo en cabeza.
Siento que está hueca
y no para de rellenar a los demás.
2010, Oviedo
Autoengaño
"El calor qe se siente al saber que haces las cosas mal
es el calor que trae a mi boca tu nombre,
que me hace imaginar que soy mil personas menos yo
para darme el beneplácito de poder actuar
sin que ese calor me derrita las entrañas.
Sabía que jugar contigo era apostar todo mi dinero al caballo cojo.
Arriesgado, excitante y sabrosamente doloroso a largo plazo."
es el calor que trae a mi boca tu nombre,
que me hace imaginar que soy mil personas menos yo
para darme el beneplácito de poder actuar
sin que ese calor me derrita las entrañas.
Sabía que jugar contigo era apostar todo mi dinero al caballo cojo.
Arriesgado, excitante y sabrosamente doloroso a largo plazo."
Casillas
Mi crío son solo palabras. En el fondo, menos los locos, todos somos predecibles. Predecibles dentro de un comportamiento violento. Borrachamente predecibles. Predeciblemente infiel. Precediblemente sobresaliente.
Somos demasiados en el mundo y existen demasiadas categorias para tratar de ser originales.
2009
2009
lunes, 21 de marzo de 2011
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