Hoy he tirado una cajita con fresones.
Mientras los miraba recordaba,
me veía entrando en la frutería,
viendo las fresas estropearse a la entrada
de una tienda medio vacía.
He descubierto que hago más la compra
los días que estoy blandita.
Hago cosas de estar sola, los días que me siento sola.
Hago comidas saladas, cuando no sé lo que me pasa.
Hago montañas de galletas, cuando echo de menos.
Ahora tengo la nevera llena de comida,
el congelador lleno de tuppers
y ensalada de frutas rojas,
sal, vinagre, miel y fresas.
Te dicen que no hay nada peor
que sentirse solo.
Yo creo que lo peor es que eso suceda
y que ya no te importe.
2010, Oviedo
Cuando empecé el blog, escribía todo lo que se me pasaba por la cabeza en los largos recorridos que hacía en el metro de Madrid. Ahora ya no hay metro, así que madrugo un poco más para poder sacar de mí todo eso que se acumula entre mis muñecas y las yemas de mis dedos.
martes, 31 de mayo de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
Lucía
Lucía era perfecta,
una cajita de cristal
trasparente, clara,
perfecta.
Lucía tiene las manos listas
para cualquier cosa que haya que hacer,
siempre, siempre, siempre
empezando ella primero.
Siento que Lucía se rompe
y sigue yendo en cabeza.
Siento que está hueca
y no para de rellenar a los demás.
2010, Oviedo
una cajita de cristal
trasparente, clara,
perfecta.
Lucía tiene las manos listas
para cualquier cosa que haya que hacer,
siempre, siempre, siempre
empezando ella primero.
Siento que Lucía se rompe
y sigue yendo en cabeza.
Siento que está hueca
y no para de rellenar a los demás.
2010, Oviedo
Autoengaño
"El calor qe se siente al saber que haces las cosas mal
es el calor que trae a mi boca tu nombre,
que me hace imaginar que soy mil personas menos yo
para darme el beneplácito de poder actuar
sin que ese calor me derrita las entrañas.
Sabía que jugar contigo era apostar todo mi dinero al caballo cojo.
Arriesgado, excitante y sabrosamente doloroso a largo plazo."
es el calor que trae a mi boca tu nombre,
que me hace imaginar que soy mil personas menos yo
para darme el beneplácito de poder actuar
sin que ese calor me derrita las entrañas.
Sabía que jugar contigo era apostar todo mi dinero al caballo cojo.
Arriesgado, excitante y sabrosamente doloroso a largo plazo."
Casillas
Mi crío son solo palabras. En el fondo, menos los locos, todos somos predecibles. Predecibles dentro de un comportamiento violento. Borrachamente predecibles. Predeciblemente infiel. Precediblemente sobresaliente.
Somos demasiados en el mundo y existen demasiadas categorias para tratar de ser originales.
2009
2009
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