Hoy he tirado una cajita con fresones.
Mientras los miraba recordaba,
me veía entrando en la frutería,
viendo las fresas estropearse a la entrada
de una tienda medio vacía.
He descubierto que hago más la compra
los días que estoy blandita.
Hago cosas de estar sola, los días que me siento sola.
Hago comidas saladas, cuando no sé lo que me pasa.
Hago montañas de galletas, cuando echo de menos.
Ahora tengo la nevera llena de comida,
el congelador lleno de tuppers
y ensalada de frutas rojas,
sal, vinagre, miel y fresas.
Te dicen que no hay nada peor
que sentirse solo.
Yo creo que lo peor es que eso suceda
y que ya no te importe.
2010, Oviedo
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