Hoy me han llamado de casa, me han preguntado como me las arreglo ahora que soy pobre. Una pregunta peligrosa (la consecuencia de "no me llega" es "dame más").
Realmente ahora que vivo de pensionista gasto menos que de becaria, un trabajo exige muchos compromisos sociales inalcanzables a fin de mes: regalos de cumpleaños, regalos de nacimientos, regalos de bodas, cenas de navidad, comidas de departamento, aportación personal cuando es tu propio cumpleaños, tu propia despedida, tu lo que sea.
Si a eso le añadimos que de estudiante no se viste igual que de formal trabajador, debemos contar también el gasto en renovar vestuario, además de la comida en la empresa (no siempre te la subencionan), si necesitas (como es mi caso) cafeína para vivir también corre de tu cuenta, y si además tu trabajo (como era el mio) tiene el plus de contar con varios eventos, otro gasto más.
Así que ahora los cafés se hacen en casa de mis amigas, las galletas cada vez las pone una de nosotras y siempre, siempre marcas genéricas, la marca del estudiante, la becaria y el parado. Como consecuencia, el trabajar también cuesta dinero, hay algo que corregir.
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