Eres tú lo que me hace daño, tú y tu paciencia, tu forma de
llevar bien la situación. Llevarla demasiado bien, tanto que no ves, que esto y
esta no soy yo. Me apetece gritarte, pegarte, darle la vuelta a mi piel y
enseñarte como soy por dentro, como vivo y como siento.
Imagino que estoy oscura por dentro, marchita de apaciguar
sensaciones, llena de niebla para dormir
mis órganos, que latan despacio, que no vivan aún, ralentizando lo imparable…goteando
los días.
Quisiera zarandearte para que abrieras los ojos y
comprobases, lo frágiles que son los sentimientos, lo fácil que es herir, lo
sencillo que es borrar lo andado. Que no
vale con querer, que no vale con planear. Los castillos de naipes, no albergan
princesas, ni siquiera sueños caben dentro.
¿Por qué sé que no te duele? – Porque si te doliera como a
mi, ya le habrías puesto remedio.
Madrid Feb13
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