Cuando empecé el blog, escribía todo lo que se me pasaba por la cabeza en los largos recorridos que hacía en el metro de Madrid. Ahora ya no hay metro, así que madrugo un poco más para poder sacar de mí todo eso que se acumula entre mis muñecas y las yemas de mis dedos.
lunes, 24 de agosto de 2015
Madrid ya no está
Desde donde estoy ahora ya no veo Madrid,
ni su imponente Gran Vía,
ni los coches atravesar la Castellana,
como si fueran globulos rojos recorriendo una arteria.
Ya no hay luz en esa casa que hace esquina,
la de la gran cristalera con vistas a Ruben Darío.
El tiempo ha pasado y yo he viajado con él.
Palomas, metro, tu moto y
mi balcón.
Ahora gaviotas,
tranvía,
nuestras bicis,
nuestra casa.
Desde donde estoy ahora veo
lo que me hace tan diferente de estas personas
tan parecida a aquellas otras.
Casas de piedra,
edificios inclinados,
calles de adoquin y
mucho menos asfalto.
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